En el primer trimestre, en literatura, leímos un cuento llamado “La intrusa” de Jorge Luis Borges. Esta historia trata sobre dos hermanos, Cristian y Eduardo. Ambos hermanos vivían juntos, Cristian en mayor y Eduardo el menor. Todo comienza cuando Cristian conoce a una mujer llamada Juliana y la lleva a vivir con ellos. Juliana comienza a tener una relación más estrecha y cercana con Eduardo lo que provoca conflictos entre ellos, por esto es que deciden venderla. Venderla como una cosa, como un objeto, como algo de su propiedad, descartable que pueden usar, compartir y vender a su antojo. Este cuento claramente muestra cómo era tratada la mujer, cuál era su rol y participación en el siglo pasado.
Personalmente, me gusto mucho este cuento. Ver el rol que la mujer tenía en ese momento me shockeó mucho. Ver la poca participación que está tenía y como no podía tomar ninguna decisión es muy fuerte. Como era usada y descartada como si no fuera nada es algo muy impresionante y sobre todo indignante. Al ser mujer, ver como eran maltratadas y violentadas me genera mucha impotencia y bronca. Al leer este libro puede darme cuenta de todo el progreso de esta sociedad. Como el rol de la mujer cambió totalmente, como esta tiene las mismas libertades, derechos e importancia que los hombres. Pude ver un poco atrás en la historia y valorar las cosas que tengo hoy, las oportunidades. Valorar qué hay un montón de mujeres que no tuvieron ni la mitad de los derechos y oportunidades que tengo hoy yo.
Además de valorar lo que años atrás muchas mujeres consiguieron, pude darme cuenta lo mucho que falta progresar aún. Como, aunque no sea mi caso personalmente, hay muchas mujeres que siguen siendo reprimidas en todo el mundo, que siguen sufriendo la desigualdad y la falta de derechos. Que siguen siendo reprimidas a ser o hacer lo que quieren por el simple hecho de ser mujeres. Hay un montón de países en donde el hombre se sigue considerando mejor que la mujer; donde se sigue considerando que el hombre decide por sobre la mujer ya que esta tiene menos derechos y menos capacidades. Países como Pakistán o Mongolia donde mujeres abortan por el simple hecho de no querer tener hijas mujeres; porque son menos, porque no son hombres. Esto es una realidad de hoy en día, por lo tanto podemos ver que a pesar del gran progreso hay mucho que cambiar aún.